Ante la no concurrencia del 25% del padrón de votantes a la consulta para habilitar un referéndum derogatorio de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (Nº 18.987), Mujer y Salud en Uruguay – MYSU, desea expresar a la ciudadanía lo siguiente:
• La sociedad uruguaya ha demostrado estar madura. Las encuestas de opinión muestran en su mayoría que hace más de una década los y las uruguayas mayoritariamente están de acuerdo con despenalizar el aborto. No son dos mitades, hay una mayoría sostenida en el tiempo. Pareciera que es el conjunto de dirigentes políticos los que no han logrado el grado de maduración que sí tiene el conjunto de la población.
• La discusión sobre el aborto en Uruguay no empieza ni termina con los resultados de este domingo. Creemos que la discusión no va a saldarse nunca. Pero que no se hayan juntado las adhesiones necesarias para habilitar un referéndum indica claramente que la sociedad uruguaya está dispuesta a seguir avanzando.
• La práctica del aborto ha existido y existe en la sociedad uruguaya mucho más de lo que la opinión pública ha dado cuenta. Las mujeres han decidido en una cantidad importante interrumpir sus embarazos, independientemente de lo que el Código Penal de 1938 establece. La legislación uruguaya ha estado, por tanto, totalmente alejada de la realidad de las ciudadanas y ciudadanos, y ha mirado para el costado al precio de la desprotección absoluta de las mujeres uruguayas, sobre todo, de las que menos recursos tienen.
• La sociedad civil organizada, encabezada en este tema por el movimiento feminista, lucha desde hace más de 30 años en busca de que esta situación injusta, de tutela y abuso de poder de terceros sobre los cuerpos de las mujeres, sea modificada. El camino recorrido implicó, primero, lograr que la sociedad discuta y problematice los nefastos resultados de una añeja legislación, para luego luchar por la modificación del marco legal uruguayo. El debate no empezó ayer, o hace unos meses. Ni mucho menos en este período legislativo.
• Lo dijimos en la campaña, desoyendo a quienes nos asesoraban diciendo que no era momento de hablar de las deficiencias de esta ley, y lo decimos ahora: esta ley implicó sí un avance al instalar servicios de aborto seguro en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS). Sin embargo, el texto legal es de mínima, generando cuellos de botella que dificultan la reglamentación, tutelando a las mujeres y no haciendo del derecho a decidir de las mujeres sobre su cuerpo, un elemento consagrado legalmente.
• Llamamos, por tanto, a la sociedad toda a profundizar los avances logrados. Instamos a las autoridades del Ministerio de Salud Pública a mejorar sustantivamente la implementación de los servicios y dar cifras claras y rigurosas sobre la puesta en práctica de la ley. Denunciamos a aquellos profesionales que enmascarados en la objeción de conciencia, realizan en realidad una desobediencia civil para proteger su lucro a costa de la salud de las mujeres uruguayas.
Este es un mojón más en un camino largo y complejo. Estamos tranquilas y tranquilos en que la sociedad uruguaya pidió hoy, de forma clara, no retroceder ni un paso. Debemos avanzar. MYSU estará monitoreando y trabajando para lograr una cosa tan sencilla de declarar pero tan difícil de concretar: simplemente,
QUE NUESTROS DERECHOS SEAN HECHOS.