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Estado de situación y desafíos en SSR-Aborto

16/04/2015

Litoral noticia

Presentación de los primeros resultados del estudio “Estado de situación y desafíos en Salud Sexual y Reproductiva y Aborto en los departamentos de Río Negro, Soriano y Paysandú.

En el día 16 de abril a las 18hs se realizó la presentación de los primeros resultados del estudio realizado por el Observatorio nacional en Género y Salud Sexual y Reproductiva de Mujer Y Salud en Uruguay – MYSU.

La presentación estuvo a cargo de la Directora Lilián Abracinskas y de Martín Couto, coordinador del estudio y fue comentado por la responsable del Área de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud Pública, Dra. Ana Visconti.

Ante un destacado público con representantes del Poder Ejecutivo, Legislativo, de la academia y de organizaciones sociales de distintos lugares del país, la actividad tuvo lugar en el marco de la 6ta Jornada Nacional por la Salud y los Derechos Sexuales y Reproductivos, convocada en conjunto con la Secretaría de Género, Diversidad y Equidad del PIT-CNT. Esta Jornada continuará el día 17 de abril en el Salón de Actos de la Central Sindical.

Adjuntamos a continuación el material que recoge la información difundida y a continuación las principales conclusiones:

“El estigma vinculado a la práctica del aborto está fuertemente presente en el relato de las mujeres entrevistadas en los tres departamentos estudiados y persiste más allá del cambio normativo y de la instalación de los servicios. La discriminación asociada al estigma actuaría como factor de culpabilización y como obstáculo para el uso de las prestaciones disponibles. El “ocultamiento” de la situación de embarazo no deseado por el temor de las mujeres a la sanción de los entornos familiares y comunitarios se refuerza con la percepción de que en los servicios no se garantiza la confidencialidad sobre el motivo de la consulta. El conjunto de estos componentes podría estar contribuyendo a mantener la clandestinidad de la práctica del aborto así como la situación de soledad, temor y angustia en las mujeres que deciden recurrir a la interrupción.
Esta situación podría generar, a su vez, una falsa percepción sobre la dimensión de la demanda de aborto en las distintas localidades y una desajustada decisión de las instituciones en cuanto a la organización y distribución de los recursos humanos para cubrir esta necesidad de la población.

Desde las instituciones se registra una suerte de “secretismo” sobre la disponibilidad y funcionamiento de estos servicios lo que se constata con la falta de difusión y de información de estas prestaciones en la propia cartelería de los centros de salud. Pero, además, tampoco aseguran la confidencialidad de las consultas, de acuerdo a los relatos de las entrevistadas, con lo cual la población usuaria no siente la confianza de asistir a dichos servicios no sólo por aborto sino por otros problemas como las infecciones de transmisión sexual, por ejemplo. Por lo tanto, la intervención de las instituciones de salud no estaría contribuyendo a combatir el estigma identificado ni a promover un cambio de condiciones para fomentar el respeto a la intimidad de las personas, a la diversidad de creencias ni a la autonomía en la toma de decisiones.

Hay una brecha importante entre oferta y demanda de los servicios que no satisfacería aún las necesidades y requerimientos de la población, en este campo de la salud. Esto afectaría la eficacia y eficiencia de las nuevas políticas implementadas debilitando el propósito del SNIS de promover vida saludable y prevenir problemas y complicaciones innecesarias, a través de una atención integral basada en derechos.

Sería por lo tanto indispensable mejorar las respuestas institucionales y asegurar la difusión de los servicios en conjunto con campañas públicas sostenidas que promoviesen el respeto y reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos en tanto derechos humanos. Sería de desear que estas acciones, a su vez, procuraran de-construir modelos hegemónicos de ser mujer imperantes y abatir los prejuicios persistentes en torno a la vida sexual y reproductiva de las personas.”

En síntesis, los servicios de salud sexual y reproductiva -incluidos los de aborto- deben mejorar su respuesta optimizando la organización y calidad de la atención con una distribución y capacitación más adecuada de los recursos humanos en el territorio, de forma tal de garantizar el acceso y abatir las barreras existentes. A su vez, se debería controlar y regular de forma más exigente el uso de la objeción de conciencia por parte de los profesionales de la ginecología en la medida que aparece como uno de los obstáculos más remarcables. También sería fundamental trabajar en la difusión de derechos de forma tal de erradicar mitos, prejuicios y tabúes que actúan como fuente de estigmatización y discriminación.

En el siguiente link, se encuentra el Folleto

Estudio Departamentos de Río Negro, Soriano y Paysandú

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