Frente a la medida tomada por el MSP de vacunar en las escuelas a las niñas de sexto año con la vacuna contra el HPV y a la preocupación sobre la escasa información brindada a la población, Mujer y Salud en Uruguay (MYSU) advierte lo siguiente:
La vacuna contra el HPV no es obligatoria. Sin embargo, las autoridades actúan como si lo fuera al suministrar la vacuna contra el HPV junto con las vacunas que sí están dentro del esquema de obligatoriedad.
No hay hechos que justifiquen la medida de vacunar en las escuelas ni de alarmar a la población si se tiene en cuenta que el número de muertes de mujeres por CCU se ha reducido en los últimos años. De acuerdo con los datos del MSP registrados en una solicitud de acceso a la información de 2016, los casos de muertes de mujeres por CCU fueron 87 en 2014 y 81 en 2015. Estos datos precisos que muestran la disminución de casos, se contradicen con las 140 muertes al año que maneja hoy la Sociedad de Pediatría del Uruguay.
El cáncer de cuello de útero (CCU) en nuestro país es la 8º causa de muerte por cáncer y no la 3º causa, como lo es en el mundo.
En la misma solicitud de acceso a la información de MYSU, el MSP informa que del total de 64.208 Papanicolau realizados en ASSE, el 85% de los resultados indicaron que no había sospecha de malignidad o lesión intraepitelial, y de 111.926 PAP realizados en los prestadores de salud privados, el 87,75% dieron resultados negativos. Datos que corroboran que la incidencia de esta enfermedad no es elevada.
No hay suficientes estudios que avalen que la vacuna está exenta de efectos adversos. De acuerdo al registro de los Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación o Inmunización (ESAVI), entre 2012 y 2015, del total de 93 notificaciones por todas las vacunas, 10 fueron por Gardasil, nombre de la vacuna que suministra el MSP.
Se desconoce el impacto directo que tiene esta vacuna contra el cáncer de cuello de útero (CCU). Su efecto real se conocerá recién dentro de 30 años, cuando esta generación de niñas alcance su edad en la que se manifiesta este tipo de cáncer.
Pero en el proceso investigaciones recientes van identificando nuevas posibles complicaciones. Un artículo publicado en la revista del Colegio Estadounidense de Pediatras señala que Gardasil podría estar asociada a una poco común pero severa menopausia prematura. Puede ver el estudio aquí.
Uruguay cuenta con un sistema nacional integrado de salud de alta cobertura, el ámbito idóneo para vacunar a la población, no los centros educativos, en los que la preservación de la confidencialidad no puede garantizarse. Además, el consentimiento informado de acuerdo con la Ley 18335, sobre los derechos y obligaciones de los pacientes y usuarios de los servicios de salud, es un mecanismo creado en defensa de las personas y no en defensa de una política pública.
El actual sistema de vigilancia tiene un informe disponible sobre efectos de las vacunas que data de 2015 y no hay seguimiento activo de los casos detectados. Se requiere de uno que dé seguimiento sobre posibles efectos secundarios de las vacunas y brinde respuestas a las personas afectadas. Además, debería existir un mecanismo estatal que asuma la responsabilidad de atender las complicaciones y padecimientos que puedan generarse por las vacunas a través de un fondo de indemnización como hay en otros países.
El HPV es una infección de trasmisión sexual y los mecanismos de protección más eficaces son los preservativos femeninos y masculinos. El método más efectivo para detectar las lesiones de cuello de útero y así prevenir el CCU es el control a través del PAP.