El Círculo Católico se mantiene firme en su decisión de no proporcionar métodos anticonceptivos, una prestación obligatoria para el MSP. Se acordó que las socias podrán acceder a ellos a través del MSP y, en última instancia, cambiar de sociedad.
Luego de que el Círculo Católico se negara a recetar pastillas anticonceptivas y a colocar el Dispositivo Intrauterino (DIU) a sus pacientes -prestaciones que pasaron a ser obligatorias luego de la reforma de la salud-, la institución y el Ministerio de Salud Pública (MSP) llegaron a un acuerdo.
El director general de Salud, Jorge Basso, afirmó a El País que “si surge alguna dificultad”, las usuarias podrán acceder a los distintos métodos anticonceptivos “mediante un convenio con el Ministerio”, señaló.
En estos casos, no sería necesario que la persona se desafilie del Círculo. Sin embargo, en caso de que las mujeres que estén en el “corralito” mutual y deseen cambiar de institución por estos motivos, “el MSP les dará lugar” en otras mutualistas, según afirmó la secretaria general del directorio del Círculo, Cecilia López. En estas situaciones, las socias se podrían cambiar de institución cuando se abra el corralito mutual, en febrero de 2010.
López advirtió que la mutualista “mantiene su posición, ya que es una institución católica, basada en principios cristianos”, señaló. “No podemos ni debemos colocar el DIU, y en ese sentido las autoridades del ministerio han sido muy respetuosas hacia nuestros principios”, advirtió.
De todos modos, López indicó que por el momento no se ha planteado ninguna situación conflictiva. “Los socios de la institución son muy respetuosos con respecto a este tema”, indicó.
En cuanto al Hospital Evangélico, que también responde a principios cristianos, Basso señaló que “no hay ninguna dificultad” en cuanto a la anticoncepción con esa institución. Desde la gerencia del Evangélico afirmaron que no realizarán declaraciones al respecto en la prensa.
Basso comentó que, según un convenio firmado el año pasado, “los prestadores tienen que incorporar a sus servicios todas las actividades relacionadas al Programa Mujer y Género”, que incluyen los tratamientos anticonceptivos. Basso señaló que “ya se incorporaron los métodos anticonceptivos al formulario terapéutico del medicamento, que está integrado a las prestaciones obligatorias”.
DIU en mutualistas. Por otro lado, ayer Basso anunció que el MSP distribuirá 10.000 DIU a hospitales y mutualistas de todo el país. La experiencia, que ya fue realizada el año pasado, espera contar en esta ocasión con mayor apoyo de las instituciones privadas. Según informó ayer Últimas Noticias, el MSP adquirió la partida de DIU a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a bajo costo.
El MSP otorgará los dispositivos gratuitamente a las mutualistas que coloquen el DIU a las usuarias sin costo. De hecho, Basso señaló que desde la Junta Nacional de Salud (Junasa) se intenta resolver la colocación del DIU, “que puede tener un costo incluso mayor que el valor del dispositivo”, señaló. La Junasa evalúa la posibilidad de incorporar un ticket para el procedimiento en las mutualistas, que dé cuenta de ese acto médico, de forma de incorporarlo en el resto de las prestaciones.
El jerarca afirmó que el sector público tiene más infraestructura y experiencia que el sector privado en la colocación del DIU. Las mutualistas no tienen un área específica para realizar el procedimiento, mientras que la Administración de los Servicios de Salud del Estado (Asse), cuenta con policlínicas zonales donde se coloca el dispositivo.
Reforma. Otra área en la que trabaja la Junasa con respecto a la reforma de la salud consiste en unificar los criterios para establecer cuáles prestaciones se pueden dar de manera ambulatoria y cuáles requieren asistir a los centros hospitalarios.
“Una de las ideas de la reforma es darle al primer nivel de atención más capacidad de resolución”, señaló Basso, “evitando que haya más gente deambulando por las zonas hospitalarias cuando sus problemas pueden resolverse en la policlínica barrial”, sostuvo.
Según Basso, “hoy hay brechas entre las instituciones acerca de qué cosas tienen que pasar por un especialista, y qué cosas puede recetar directamente el médico general”.
Afirmó que la Junasa busca indicar “con más precisión” cuáles prestaciones se deben dar en atención ambulatoria y cuáles no.
En cuanto a la salud sexual y reproductiva, la Junasa busca definir quiénes pueden recetar los anticonceptivos orales. Aunque el jerarca señaló que “tradicionalmente” los indica el ginecólogo, “sería lógico que la primera indicación fuera del ginecólogo y después pudiera repetir la receta un médico general”.
Fuente: Diario El País