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MYSU EN LOS MEDIOS

Mujer y Salud en Uruguay alerta de la mercantilización de la ginecología en el país

La ONG Mujer y Salud en Uruguay (Mysu) alertó hoy de la mercantilización de la atención ginecológica en el país y se mostró de acuerdo con el objetivo del Gobierno de reducir las cesáreas evitables hacia 2020, aunque remarcó que la salud de las mujeres “no puede estar condicionada por metas políticas”.
Según datos oficiales relevados por el Ministerio de Salud Pública y citados por la organización en un comunicado, en Uruguay “en los últimos tres años se mantiene un promedio de 44 % de cesáreas, con un pico 55 % en el sector mutual de Montevideo y un promedio de 33 % en el sector público”.

La ONG Mujer y Salud en Uruguay (Mysu) alertó hoy de la mercantilización de la atención ginecológica en el país y se mostró de acuerdo con el objetivo del Gobierno de reducir las cesáreas evitables hacia 2020, aunque remarcó que la salud de las mujeres “no puede estar condicionada por metas políticas”.
Según datos oficiales relevados por el Ministerio de Salud Pública y citados por la organización en un comunicado, en Uruguay “en los últimos tres años se mantiene un promedio de 44 % de cesáreas, con un pico 55 % en el sector mutual de Montevideo y un promedio de 33 % en el sector público”.

Estas cifras se ubican por encima de las recomendaciones la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ubican entre un 10 % y un 15 % el total de intervenciones cesáreas y por el objetivo fijado por el Gobierno uruguayo de llegar en cinco años al 10 % de nacimientos por cesárea.

Días atrás, la presidenta de la Administración de Servicios de Salud del Estado (Asse), señaló en una entrevista con el uruguayo Canal 4 los supuestos intereses económicos de los ginecólogos del país detrás de las cifras actuales, ya que, explicó, “cobran un acto quirúrgico” cuando ofician una cesárea, “no así cuando es un parto”.

En ese sentido, la funcionaria expuso que según investigaciones realizadas por Asse, el número de nacimientos aumenta notoriamente antes de las fiestas navideñas que durante las mismas, y que en ciertos lugares se realizan más que en otros, supuestamente por comodidad de los profesionales médicos.
“Sabemos que el trabajo de parto se puede desencadenar en cualquier momento, que eso es bastante complicado para la planificación de la vida de los ginecólogos, pero ellos eligieron ellos ser ginecólogos”, dijo la presidenta de Asse.

A pesar de congratularse por la iniciativa gubernamental de reducción de esta intervención quirúrgica, para Mysu “no deja de generar preocupaciones, porque las decisiones y la salud de las mujeres no pueden estar condicionadas por metas políticas, aunque haya buenas intenciones detrás de ellas”.
“En 2015, la OMS destacó lo importante que es centrarse en las necesidades de las mujeres que van a parir, caso por caso, y desalentó el establecimiento de ‘metas’ con respecto a la tasa de cesáreas”, contrastó la ONG.

Asimismo, explicitó la necesidad de incentivar “la promoción de la salud, el respeto a los derechos de las mujeres, la superación de las prácticas iatrogénicas, la reducción de la medicalización del cuerpo y la promoción de nuevas generaciones de profesionales que piensen más en la salud como un derecho y no como un bien de consumo”.

“De lo contrario, podrán alcanzarse algunas metas sanitarias pero no mejorar la atención de las mujeres en su derecho pleno a la salud y a las decisiones reproductivas”, concluyó la entidad.Estas cifras se ubican por encima de las recomendaciones la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ubican entre un 10 % y un 15 % el total de intervenciones cesáreas y por el objetivo fijado por el Gobierno uruguayo de llegar en cinco años al 10 % de nacimientos por cesárea.

Días atrás, la presidenta de la Administración de Servicios de Salud del Estado (Asse), señaló en una entrevista con el uruguayo Canal 4 los supuestos intereses económicos de los ginecólogos del país detrás de las cifras actuales, ya que, explicó, “cobran un acto quirúrgico” cuando ofician una cesárea, “no así cuando es un parto”.

En ese sentido, la funcionaria expuso que según investigaciones realizadas por Asse, el número de nacimientos aumenta notoriamente antes de las fiestas navideñas que durante las mismas, y que en ciertos lugares se realizan más que en otros, supuestamente por comodidad de los profesionales médicos.

“Sabemos que el trabajo de parto se puede desencadenar en cualquier momento, que eso es bastante complicado para la planificación de la vida de los ginecólogos, pero ellos eligieron ellos ser ginecólogos”, dijo la presidenta de Asse.

A pesar de congratularse por la iniciativa gubernamental de reducción de esta intervención quirúrgica, para Mysu “no deja de generar preocupaciones, porque las decisiones y la salud de las mujeres no pueden estar condicionadas por metas políticas, aunque haya buenas intenciones detrás de ellas”.

“En 2015, la OMS destacó lo importante que es centrarse en las necesidades de las mujeres que van a parir, caso por caso, y desalentó el establecimiento de ‘metas’ con respecto a la tasa de cesáreas”, contrastó la ONG.

Asimismo, explicitó la necesidad de incentivar “la promoción de la salud, el respeto a los derechos de las mujeres, la superación de las prácticas iatrogénicas, la reducción de la medicalización del cuerpo y la promoción de nuevas generaciones de profesionales que piensen más en la salud como un derecho y no como un bien de consumo”.

“De lo contrario, podrán alcanzarse algunas metas sanitarias pero no mejorar la atención de las mujeres en su derecho pleno a la salud y a las decisiones reproductivas”, concluyó la entidad.

Fuente: El telescopio

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